Los agricultores de la zona centro de Andalucía, se lamentan de las pérdidas que sufrirá la cosecha de olivar 2023-24 a consecuencia de la sequía, por lo que instan a la administración a la declaración de zona catastrófica para los municipios afectados.
A pesar de que se espera una campaña con una producción aproximada del 30% de la media de producción, el sector está fuera de todas las ayudas de sequía, lo que hará imposible alcanzar una rentabilidad que garantice la viabilidad de los cultivos, con el agravante de la subida de costes.
El cultivo tradicional de secano se encuentra prácticamente a O, por lo que consideran incomprensible el olvido que sufren por parte de todas las administraciones, por lo que instan a trabajar a ayuntamientos, Junta de Andalucía y Gobierno de España en un frente común que permita salvar un sector estratégico de la economía andaluza.
Los olivareros empiezan a movilizarse con recogidas de firmas en distintos municipios, para que sea tenidas en cuenta sus necesidades, y recibir una ayuda que pueda paliar dos cosechas consecutivas con pérdidas de entre el 60% y el 70% respecto a una cosecha media.
Asimismo, se lamentan de que “las subidas de precios del aceite de oliva no palian las pérdidas, pues cuando no hay cosecha, no hay nada que vender”. Por eso, solicitan un paquete de medidas urgentes de carácter coyuntural para que agricultores puedan seguir llevando a cabo su actividad con dignidad que contemple ayudas a cultivos gravemente afectados, medidas fiscales como la exención de IBI, exención del pago a la Seguridad Social, etc…